Son las preguntas que te hice antes de morir. Twitter e Instagram: @AfreaingM Facebook: Andres Moyano
miércoles, 22 de febrero de 2012
AMORFA EXISTENCIA
Aquel
caminante que vi aquella vez, en una tarde sin ninguna diferencia llamativa con
respecto a las demás, de cielo agrietado y de lluvia triste; esas lluvias
diarias a las que nos tiene acostumbrados nuestra taciturna ciudad. Y allí sin más, ese ser que se asemejaba
descaradamente a mí, caminaba, miraba y respiraba con la misma lentitud y la
inseguridad que yo.
Alce
la cabeza, el sol y el agua descubrieron un rostro que se desvanecía entre la
gabardina negra, roída por la falta de emociones y la bufanda que un
desconocido me obsequio. Volví a sentir curiosidad por aquella figura, el pulso
dentro de mi cobro fuerza otra vez como hace muchos años no recordaba
sucediera, pero decidí resistir todos aquellos impulsos humanos, todo aquello
que me acercara a volver a ser un ser tendría que ser malo; pero allí seguía mirándome,
sin inmutarse y sin al parecer sentir mis miedos, mis traumas juveniles.
Y
algo se apodero de mí, de mis sentidos y de mi falta de cordura; el nerviosismo
cobro fuerza y decidí alejarme de allí; de esa fuerza oscura que se presentaba
ante mí, busque aquel callejón negro y depresivo que conducía a casa, ese callejón
que obraba con un filtro, allí terminaba todo contacto con la humanidad, así no llevaría
a mi casa bacterias espirituales y emocionales.
No recuerdo
hace cuanto no me dirijo a una persona, o simplemente no veo de cerca a una, supongo
que son años, o puede que sean siglos; solo camino en la noche entre servicios
de domicilios anónimos, y columnas en revistas que nunca he conocido, pero que
adornan mi entrada cada 23 con su cheque azul y pulido.
Sobrevivo
como cualquier persona, simplemente no tengo contacto con los demás, decidí
despedirme de todo aquello que me reflejara en otras personas, porque no me sentía
parte del imaginario de la raza animal inteligente, así que decidí entregarme a
la misma rutina diaria, levantarme; escribir; el martes en mi puerta están los víveres
que se descuentan del cheque azul y pulido; cenar; dormir; caminar en las
noches.
Y soy
feliz, o supongo serlo, lejos del maltrato a la mente humana que ejercemos como
supuestas personas de pensamiento libre, lejos de la cordura que acedia al
mundo moderno, lejos de mi verdadero yo supongo, de mi yo humano.
Pero ese
día, sentí la necesidad de caminar, de salir en una tarde fría para intentar
verle la cara al sol, ese fue mi único error no seguir con la rutina de toda mi
vida, que me permitía alejarme de todo lo que no me hubiera permitido llegar a
ser el escritor ermitaño y anónimo que era.
Ese día
al ver ese ser mirarme a través del espejo, con esa mirada nerviosa y pérdida,
ubicada dentro de un rostro demacrado y algo sicótico; jamás sentí tanto como
miedo como es día, en el momento en que vi mi figura amorfa en ese espejo.
martes, 14 de febrero de 2012
ARBITRARIO TU CUENTO...
Hoy no pensé en
despertar, me hallaba profundo en miles de vacilaciones inoportunas para la
hora en que recupere la conciencia, 7:23 AM, ya son 4 años abriendo los ojos al
lado derecho de mi pequeña cama y observando el mismo número, la misma luz
tibia bajando dulce pero fríamente por la ventana entreabierta; que ayer cerré,
pero que mágicamente se abre todas las mañanas.
Ya no recuerdo el
día en que todo fue diferente, el día en que mis acciones marcaban los paso de
mi destino y no las plumas impuras de aquel que se siente mi creador; soy
objeto de sus burlas y sus juegos, sus absurdas ideas se aferran a hacer de mi
héroe o villano…
Solo ronda en mi
mente aquel momento en que empecé a sentir que mi vida y mi destino como
supuesta persona se estancaba, a observar que personas seguían avanzando a la
par de sus escritores. El cómo descubrí que este mundo era un simple resguardo
para personajes e historias fallidas. Todos se encuentran aquí sin importar su
nivel de importancia; el vagabundo que miro al asesino cometer sus fechorías,
el policía que las resolvió, su mujer y la mama de esta, todos empiezan y
siguen sus vidas en este inmisericorde plano, no nos damos cuenta de cuando
llega cada uno. No recuerdo cuando aparecí aquí, solo sé que aquí estoy.
No sé quién ni
como es, aquel que escribe sobre mí y determina por tanto cada uno de mis
actos, mi respiración y los segundos que faltan para firmar mi obituario; y aun
así no entiendo en que momentos acepte que el fuera quien escribiera por mí;
podría ser un borracho o un depresivo, es injusta la elección…
Ya no recuerdo
cuantas personas he visto desaparecer de la nada, tal vez porque su misión en
aquella pequeña novela de escuela se terminó, o por que el niño que imagino
cierta historia la desecho por prender la televisión.
Pero yo existo en
un limbo que no tiene comparación en este plano, no voy ni llego ni me voy, es
como si quisieran atormentar mi imaginaria existencia, como si aquel idiota que
me creo no trabajara en mi peor tampoco me olvidara ¿qué escritor patético
puede convertir a su personaje en una obra tan miserable?
domingo, 12 de febrero de 2012
UNA VIDA MAS CON AQUELLOS TRAUMAS
HAS DAÑADO Y PERTURBADO LO POCO QUE QUEDABA
POR DISFRUTAR DE TODO AQUELLO,
DE SENTIR EL PODER DE DIOS EN TUS MANOS.
TE ENCARGASTE DE TERMINAR TODO, TODO AQUELLO QUE CONSTRUÍ
DE MITIGAR SENTENCIAS AJENAS,
EL VASTO Y OSCURO DETERMINAR DE LA VERDAD
Y TU PIEL, AUN SOBRESALE DE AQUELLA TIBIA Y JUGUETONA MONTAÑA.
TU EXISTENCIA,
AUN LA DESCONOZCO
AUN DISFRUTO DE BUSCARTE POR AQUELLA VIEJA BUENOS AIRES,
EN LA RESPIRACIÓN INTROVERTIDA DE MIS OTROS YO;
OLVIDE CAMINAR AL COMPÁS DE LOS DEMÁS,
SENTIR LA VELOCIDAD DEL LATIDO AL UNISONO DEL MUNDO,
LAS ESPERANZAS CON LAS QUE YA NO JUEGO.
¿QUE ES AQUELLO ABSURDO QUE ME DETERMINA?
¿QUE?
EL SONIDO DE AQUEL VIEJO Y ROTO LAÚD,
SE TRANSFORMO EN LO INERTE DE NUESTRO PASADO,
IRRADIANDO EL ODIO DEL OLVIDO,
DEL OLVIDO POR EL TIEMPO.
AQUÉL DESTRUCTOR DE MENTES E IDEAS,
QUE AUNQUE PRESENTE NUNCA MIRA A SU REDEDOR
NO ELIJE VICTIMAS SINGULARES,
ATACA CUANDO EL MUNDO DUERME, LA LUNA CANTA;
LO IGNORAMOS, ASENTIMOS CON LA CABEZA
EL VIENTO QUE SE ALEJO DE TI;
ME RECUERDA TUS ULTIMAS PALABRAS,
TAN FUERTES COMO EL PROPIO OLVIDO
Suscribirse a:
Entradas (Atom)