lunes, 11 de noviembre de 2013

DOS ADIOS


La mire. Junto a mí, su cuerpo se  hallaba en paz, completamente puro. Su mirada fija en el techo, reflejaba que me ignoraba. Intente hablarle, pedirle perdón de una y otra manera. Tome su mano y sentí la textura de su piel tirante. La luz que se colaba por la ventana, cómplice de una corriente helada, mostraban lo que quedaba de vida, las botellas, las locuras.
El vodka corría por mi garganta, intentando concentrarme en el siguiente paso. Tome su mano y sentí los últimos resquicios de vida, correr por sus muñecas, recorrer mis manos. Gota a gota, sentía el rojo de su odio y su dolor, dejaban manchas en la sabana de aquel motel. El escuchar el cuchillo caer, me devolvió a la realidad de aquella oscura habitación. Pensé en Raquel, y me puse de nuevo el anillo.
La sabana ya totalmente roja, la cubría ahora totalmente. No podía evitar ver su cuerpo desnudo mientras la envolvía, sentir su piel fría solo generaba en mi mente una multiplicidad de recuerdos. A través de la ventana abierta, veía la noche que pasaba, y veía como las parejas pagaban en la entrada del lugar, por un lugar donde entregarse a la necesidad de amarse, al igual que tantas veces lo hicimos nosotros. Al final, entregados todos al rebusque diario de una pasión que en aquellos hogares grises ya se había perdido, entre las discusiones diarias, o el mismo traje gris que Raquel me hacía poner a diario.
La tome, sentí su peso y por alguna razón mis sentidos se prestaba ante cualquier alteración, mi corazón no latía más allá de su ritmo normal y la verdad es que poco o nada sentía la emoción o los nervios del momento. Curioso era el hecho de que la puerta de la habitación daba directamente al parqueadero donde se encontraba el auto. Las gotas rojas de su vida seguían aun cayendo por entre las fibras de la tela, como si intentaran a toda costa escapar de lo que el destino inminentemente les marcaba.
Cerré el baúl del auto y limpie los restos que había quedado sobre el piso. Me detuve en la puerta de la habitación y por mi mente en tan solo una fracción de tiempo, pasaron los recuerdos de tantos gemidos, de tantas palabras dulces que solo una noche como esta podían permitir. Pero también las sensaciones inmediatas, la resistencia de la carne, el grito silencioso de la vida intentando escapar los embates del metal.
Cuando entre al auto, este ya se había impregnado del olor a ella, su perfume aun intacto se percibía si esfuerzo y eso tan solo pudo sacarme una sonrisa.  Arranque y durante el trayecto, pensé en los motivos, en las búsquedas que a diario nos impones, pero eso ya no importa.
A esa hora, Raquel debía estar esperando mi llegada, estoy seguro que conocía que ella estaba en mi vida, que por aquella mujer ya poco tiempo pasaba en casa y que tenía mucho que ver en mi decisión de irme del todo. Siempre he amado a Raquel, desde aquellas tardes en la facultad en que tomaba mi mano y recitaba versos que nunca entendí, pero que atentamente escuchaba, hipnotizado por el poder mágico de sus labios. Pero también la amaba a ella, ella que era todo lo que Raquel nunca fue, acciones sin pensar más allá de lo que sentía, nada de poesía, era rock and roll en estado puro.
Siempre odie el sentir que engañaba a Raquel, intentaba convencerme que lo que me ataba a las dos era la necesidad de un equilibrio, un nirvana mundano, la utopía de un hombre que no puede sino amar. Pero solo eran excusas para no sentir el remordimiento de ver a Raquel llorando en el balcón, mientras me veía llegar en la madrugada. A ella, eso poco le importaba, más específicamente lo desconocía. Nuestra relación solo existía en aquella habitación.
Con el tiempo el remordimiento de engañar a dos mujeres que me amaban fue cada vez en aumento, decidí después de mucho luchar contra la comodidad en la que en hallaba, alejarme de todo, de ellas y de mí. 
Cuando se lo dije, ella reacciono de una forma que tal vez no esperaba. Tomo mi mano y se arrodillo, abrazo mis pierdas y entre llanto gritaba que antes debía morir que dejarme ir, que los momentos en aquella habitación se habían convertido en su vida, y que solo muerta me dejaría volver a salir.
Raquel esa noche, al escuchar las noticias sobre mi partida, no intento detenerme, en el fondo sabíamos que algún día pasaría. Creía que era culpa de aquella mujer, que por sus embrujos yo había decidido dejar a la mujer con la que me había cazado por ir a buscar aventuras que ni en la juventud había protagonizado. Me dijo que al menos le diera la tranquilidad de conocer el rostro de la mujer a la que debía odiar por el resto de su vida.
Y ahora estoy aquí, frente a la puerta del que hasta hoy será mi hogar. Ella está en mis brazos, envuelta en la sábana blanca que intenta contener la vida que aún se escurre, solo intento hacer feliz a las mujeres que ame. Toco el timbre y dejo el cuerpo en la puerta, y me siento tranquilo de partir habiendo cumplido los deseos que ambas tenían para poder dejarme ir. No le falle a ella con su condición para dejarme partir, y Raquel por fin conocerá el rostro de la mujer que odiara.


¿IRREAL?


- Te has tardado esta noche. Dijo mientras me miraba tomar la primera copa de vino que ya me había servido.
- ¿Louro do Bolo? ¿2005? Vaya elección, siempre has sido de vodka barato. Respondí, mientras el vino se derramaba por mi laringe y producía ese efecto místico, ese don que solo tiene el vino y que ha cautivad a toda la humanidad.
Los días no son normales sin su presencia, me acostumbre a verle a diario y a escuchar sus discursos algo rebuscados a veces, muy iluminados también de vez en cuando. Frente a aquel espejo espero a diario que se presente. No recuerdo la primera noche en que me hablo, pero tampoco recuerdo cuando fue la última vez que salí a la calle. Son los males a los que no he podido encontrarles respuesta.
- No te vez bien esta noche ¿Estas bien? Pregunto con su voz casi imperceptible, pero que para mi llenaba toda la habitación.
- Algo débil tal vez, trastornado por lo que ha pasado. Le respondí titubeando.
- No es bueno que bebas tanto, criatura. Tal vez en tu mente, el alcohol se encargue de desaparecer todo aquello que el sicólogo no soluciona ¿Pero dónde queda la parte en que tu locura te configura? ¿Dónde se guardan los secretos del mundo? si no en la demencia de los hombres. Mi existencia, programada en tu cabeza por la necesidad de encontrar en el mundo una parte de ti que no existe, un efecto involuntario de tu imaginación que me ha creado… Amigo mío, el mundo no es tu lugar, tu lugar es tu mente. Así que hoy deja el alcohol a un lado, aprecia tu pequeña cabeza, recuerda que en este irónico mundo, los dementes son los únicos que ven la verdadera realidad. Dijo, para culminar con una carcajada y hacerme una irónica cara de desprecio, al fin y al cabo él era quien compraba el licor.
 Nunca pensé terminar mi vida frente a aquel espejo, dejando de mi vida a aquellos que traen la comida y compran mis pinturas. Pero así es, aquí estoy, esperándolo, a ese ser, a esa persona que ha acompañado mis delirios por tantos años.
Al principio, las botellas azules de vodka amanecían en la base del espejo, cada noche a medida que las anteriores se agotaban en mi garganta, nuevas llegaban, nunca me pregunto quién las dejaba allí, al fin y al cabo mi cabeza solo razonaba que aquellas botellas eran algo que se podía beber.
Cuando se decidió a hablarme, me pidió que le contara sobre mí. Fue reacio a hablarle, pensé que era culpa de malherida mente, o del accidente en aquel viejo BMW. Después del accidente, nada fue igual, no fui capaz de salir y poco a poco todos aquellos a los que les había confiado parte de lo que soy o de mi obra, se fueron alejando hasta dejarme confinado a este inmenso pero solitario lugar al que intento llamar hogar.
Me dedique a pasar horas discutiendo sobre lo que había pintado en el día con él, frente al espejo. Esperando a que en la noche el licor llegara instantáneamente para enajenarme de la realidad que el dolor me producía. Los doctores decían que el accidente había dañado mis funciones nerviosas y que mi cuerpo exageraba el dolor que las lesiones producían. Con el tiempo descubrí que poco o nada efecto tenían los analgésicos, por más que los doctores y los psicólogos intentaban prescribirme nuevas fórmulas para calmar el dolor. Una vez comprendí que mi cuerpo seguiría tal como estaba, decidí dejar de ver a aquellos que intentaban curarme, me traslade a una bodega en la zona industrial de la ciudad y me perdí en la pintura y en la meditación acerca de lo curiosa que se veía mi cama en la mitad de aquel gran espacio, sola, sola como mi mente.
Hace un par de días que lo espero. He intentado llamarlo, invocarlo, recordarle que existo, aunque todo ha sido en vano. Las horas pasan mientras me veo frente al espejo, rogando que aparezca, tal vez por la compañía, tal vez por las palabras o simplemente porque llevo un par de días sobrio. Tropiezo con las botellas que con el tiempo se han acumulado en las esquinas, y se me es imposible pintar. Esto nunca había pasado, él siempre había estado cuanto lo necesitara, cuan quisiera frente al espejo él se hacía presente y me dedicaba su tiempo. Pero ya no es así, ya no está y el dolor cada vez se agudiza más.
No sé quién es, no sé lo que es o de donde viene. Intento recordar nuestra última conversación y me doy cuenta que me dijo que debía dejar de beber ¿Estuvo todo este tiempo a mi lado, tan solo para decirme que dejara de beber? ¿Para eso fue todo? y aun así, no sirvió de nada… alguien debe salir a comprar más vino.



LOS VISOS DE LA MENTE


El besaba su cuerpo, hacia un par de meses no se veían y la agitación de verla se notaba en el ambiente, habían cenado bajo la luz de las velas y el vestido que llevaba Margot dejaba entrever que a sus 40 el tiempo poco había afectado su cuerpo. Ricardo aún se hipnotizaba viendo el cuerpo de su esposa, no podía hablar y la respiración se le aceleraba. Entre sus pantalones la emoción se notaba, y por un par de horas se olvidaba el poco tiempo juntos, las discusiones y se entregaban al sexo, puro y salvaje, aderezado por el vino de la cena.
Se desnudaron mutuamente y se entregaron a sus cuerpos bañados en lo que creían era amor. El silencio de su hogar, se confabulaba con ellos para que los gemidos de Margot retumbaran a través de todas las habitaciones. La casa, en las montañas a las afueras de la ciudad, era una oda a la opulencia. Su habitación, iluminada gracias a un a ventanal que hacía de pared y daba a un pequeño jardín desde donde se podía ver toda la ciudad, ínfima, rendida a los pies de la pareja.
La había asesinado hace poco, aunque no sabía el motivo. Su mente trabaja en una dimensión distinta, y los cánones que habían tratado de imponer, psicólogos, terapeutas y amigos poco o nada habían afectado lo que las voces en su cabeza le aconsejaban.
La había visto pasar el tiempo en el café donde pasaba las horas viendo la gente. La había visto más de una vez sentarse y ver al techo durante horas. No era una mujer especial no tenía nada atractivo, y pasaba desapercibida, allá por donde pasaba. Pero para él era magnifica, perfecta. En su mente, ella hacia lo mismo que él, tal vez sufría los mismos demonios y por tanto lo entendería.
Luchando por no ser descubierto pero también por no perderla. Llego a su casa y frente a ella espero durante días, no sabía la razón pero algo dentro de sí le decía que no podía dejar ese lugar, esa pequeña banca en el parque de al frente. La tercera ventana del segundo piso siempre se iluminaba a las 8, cuando ella tomaba una ducha y luego partía para el café.
Esa noche, cuando ella llego, algo dentro del ardía, su mente había estallado bajo algún poder psicomistico y la realidad se teñía de un sabor extraño. Hacía mucho su mente no trabajaba tan mal, y el mundo tan solo parecía una extraña mezcla de voces y autos que pasaban. Subió hasta el segundo piso, dificultosamente se ubicó y golpeo un par de veces en la puerta del apartamento. Cuando la puerta se abrió, cuando por primera vez la vio de cerca, su mente simplemente no supo que hacer. Ella debía ser suya, era su pareja en el mundo.
 Comenzó a gritarle y a gritarle como compartían los mismos problemas. Alarmada, ella no supo si no amenazarlo con llamar a la policía, le gritaba loco y desquiciado, le suplicaba que la dejara en paz, que ella no sabía de qué hablaba. Tenía un nudo en la garganta, nunca espero escuchar eso de aquella mujer que pasaba las horas viendo la gente pasar el aquel café. Algo debía estar mal.
Las voces en su cabeza se contradecían, algunas decían que era ella pero que su mente le estaba jugando pasadas, que al fin y al cabo estaba loca. Otras le decían que ella lo había engañado, que era una farsante y que debía ser castigada. La lógica del mundo no funcionaba, la lógica en si para las voces en su mente eran inventos de una vida que no conocían.
Cuando su mente se tranquilizó y las voces y las imágenes se había despejado, sostenía un cerebro en sus manos y un cuerpo yacía inerte en el piso.
La noche ha sido magnánima para ellos, como si el amor se hubiera confabulado con el sexo para hacer esta una noche perfecta. Allí estaba ellos, abrazados bajo la luz de la una que se colaba por el ventanal. Estaba extasiados por la vida, por si mismo, unidos por vinculas más allá de la cordura.
Un sonido extraño perturbo la calma que el amor dejaba, se levantaron y exaltados vieron como frente a ellos, iluminado por la ciudad que se despertaba al ver el amanecer, un joven cargaba un cuerpo en su propio jardín. No sabían que hacer, el cuerpo se les helo, habían construido aquel paraíso para alejarse de las realidades del mundo, y ahora, ahora alguien tenía un muerto en su patio. Cuando intentaron reaccionar y un grito alerto al joven que caminaba de un lado al otro del jardín, un cerebro golpeo el ventanal.


lunes, 28 de octubre de 2013

2DA ENTRADA CORTA


Su paranoia le perturbaba, le hacía recordar que las botellas ya no se apilaban en la esquina de su cama. El tiempo sin el líquido le había hecho alguien débil y falto de imaginación, predecible y hasta terco. Intentaba recordar los días en que la seguridad del vidrio en su mano le permitió conquistar el mundo y llegar a ser algo que ya no era.
Necesitaba escapar de la tranquilidad absurda que su casa de soltero le presentaba y tomo el primer autobús que paso. En él, la gente se apeñuscaba para intentar respirar algo del aire fresco que se colaba por las pequeñas ventanas. Cerca de una de ellas, camuflada entre la multitud de corbatas y sacos, se percibía el ambiente de una cabellera multicolor, una presencia que reñía contra el gris entorno que demandaba el momento y hasta el clima.
Se detuvo un momento frente a ella, en un absurdo intento por pasar desapercibido, hizo algún tipo de ejercicio mañanero, que no resultaba de ser curioso de ver en la mutad de un autobús abarrotado de gente. Pero a él no le interesaba lo que la multitud pudiera pensar, se decía a si mismo que aquel pelo multicolor y aquellos tatuajes en los brazos se asemejaban a las figuras que las botellas le inspiraba y que lograban darle la cordura que a diario buscaba.
Se detuvo uno a uno en cada hebra de cabello, en el azul claro y el dorado oscuro. En la muñeca japonesa de su hombro izquierdo y en cada detalle que podía encontrar.

Al llegar a su casa, bebió, no recordó nada. Pero su cordura le dejo curiosamente un cabello dorado oscuro.

EL CUENTO MODERNO, DE ARREOLA A ZAVALA.


“La esposa perdida” de Bashevis y “La migala” de Arreola se pueden nombrar como cuentos modernos en relación a las diferenciación que nos presenta Piglia, aunque cada una cuenta con características especiales que se pueden diferenciar más claramente en “un modelo para el estudio del cuento” de Lauro Zabala. Con este orden de ideas, se dividirá esta reflexión entre la relación que hallamos entre los textos de Arreola y Piglia y los de Zabala y Bashevis, para terminar en las relaciones que podemos encontrar entre ellas.
En “La migala” y en relación con “Tesis sobre el cuento” podemos fácilmente establecer el texto como un cuento clásico en toda su estructura. La historia nunca revela las dos historias que maneja y en una forma bastante interesante deja un final totalmente abierto, creando dudas que el lector debe trabajar y que complementan de forma directa el texto, alejándolo así de las relaciones que podríamos hacer para vincularlo a otro estilo de cuento como los señalados por Zabala.
La estructura general del texto, su tamaña contenido y la omisión de detalles que en el cuento clásico serian vitales para la diferenciación de cada una de las dos diferentes historias, nos lleva a pensar en la teoría del iceberg de Hemingway, y a pensar que Arreola supone que nosotros conocemos muchos de los detalles que se omiten en el texto y que permiten que se desarrollen exitosamente de la manera en que el escritor desea.
También es interesante señalar puntos en relación al proceso creativo como tal en los cuales pudo recalar el autor, como el lenguaje poético con el que el texto le da el carácter personal e interior que se maneja en todo el cuento, muy relacionado a su vez con “Filosofía de la composición” de Poe, que aunque expresa sus ideas acerca de la poesía de una manera que puede considerarse algo romántica para nuestros días, puede relacionarse de manera directa en las actitudes personales que inspiran al escritor a la utilización de esas técnicas.
Con respecto a “La esposa perdida” y a “Un modelo para el estudio del cuento”, el texto de Bashevis se enclava claramente en la categoría del cuento posmoderno, teniendo muestras claras tanto del cuento moderno, como del clásico. El texto nos muestra dos historias claramente diferenciadas, incluso anunciadas durante el transcurso de su desarrollo. Tanto el personaje principal como los secundarios, nunca llegan a ser contradictorios, siempre respetan sus carácter y esto es algo que al igual que el manejo de las dos historias, no se ve alterado en ninguna parte del cuento. De esta manera, el final es un final cerrado, que no da lugar a mas conclusiones que las que el autor quiere señalar y que al contrario del texto de Arreola o los cuentos de Chejov, se nos muestra claramente todo el entorno del personaje y son muy pocos los detalles que el escritor no trabaja en pro de lo que el lector puede suponer.

Pero existes dos características que no nos dejan establecer el cuento como clásico a pesar de contar con tantas características que lo podrían señalar de esta forma. La primera son los conflictos emocionales del personaje, totalmente afectado tanto mentalmente como en sus decisiones por su extrema timidez, lo cual lo lleva tanto a monólogos dentro del segundo texto, como a juicios de valor en los diálogos que se establecen en medio de la primer historia.

viernes, 25 de octubre de 2013

LA POÉTICA DE UNA LOCURA NADA UNIFORME


¿Qué diría Chejov sobre lo que escribo? Diría que estoy mal tal vez, que le dedico demasiado tiempo a meterme en la mente de mis personajes, que poco o nada le dejo al lector para que deduzca, porque poco o nada hacen mis personajes mas allá de lamentarse o dudar acerca de lo que creen.
Y mis temas ni hablar, son tan propios que tan solo un par de irreverentes y aquellos que se dejan engañar por las formas se ven seducidos. Pero Chejov no me leerá, al menos en esta dimensión. El mayor problema es que escribo un pastiche de cosas que él intenta sin haberlo antes descubierto, trato de vivir cada palabra, pero como un amateur aun, hasta hace poco deje de escribir como un ejercicio sanador y me dedique de cuerpo a la obra artística como tal.
 Por tanto esto define lo que sería mi poética al día, una obra que rompe con todo lo que Chejov plantea. Escritura en primera persona, largos monólogos interiores paisajes que se vuelven inconexos por los delirios que los mismos monólogos producen, describo mucho y narro poco.
Pero tal vez, vería en el fondo y en algunos casos, una relación directa con lo que el también escribe. Un temor y una desconfianza a los textos largos, la intención de crear imágenes que generen sensaciones en el lector, la necesidad de tener parejas aunque los conflictos no sean siempre lo mismo.

Si le escribiera Chejov, estoy seguro no estaría contento, me recalcaría que la necesidad de trabajar los textos es vital y que aquellos que produzco de una sola sentada (la gran mayoría) deberían ser tratados hasta que la brevedad sea primordial

LA LOCURA RUSA EN BRASIL


Si la locura es un tema universal, o si los escritores somos seres medio dementes o medio tristes son discusiones que podrían llegar. Pero es innegable que la locura hace parte de nuestro espectro artístico, nos dejamos seducir por esa bailarina psicópata con pinta de demente. Sentimos una atracción aplastante por escribir sobre ella, y en muchos casos se convierte en nuestra musa.  Y aunque la discusión que nos convoca no sea esa, no podemos evitar señalar la casual curiosidad de cómo la mayoría de quienes nos dedicamos a escribir, tarde o temprano terminamos rindiéndole un pequeño tributo.
Y respecto a la locura, y lo que esta conlleva vemos una clara semejanza en “Pabellón N*6” y en “El alienista” tanto en Chejov como en Machado de Asiss vemos una crítica directa al sistema, al abandono en que son dejados los enfermos mentales y las condiciones en que son tratados.
Pero mas allá del aspecto social, lo que en realidad los une es una pregunta fundamental ¿Quién es el demente, quien es tildado de loco o quien quiere controlar la locura? Y a pesar de que los aspectos culturales nos muestran dos realidades distintas, casi separadas por siglos de “desarrollo” no dejan nunca de preguntarse ¿Qué significa estar loco?

Si las comparamos, vemos una historia más concreta en la obra de Chejov, mas especifica tanto en el tratamiento de la enfermedad psicológica, en la relación de los personajes y en la respuesta a la pregunta que podría sustentar el cuento. Y en esto se forma la mayor diferencia con Machado de Assis, quien crea una dinámica mas general y en cierta forma, mas aleatoria socialmente, dejando al aire si la locura esta mas marcada en el alienista, el pueblo, sus dirigentes, etc.

“ENEMIGOS” CHEJOV, LOS HECHOS MUESTRAN MÁS QUE LAS PALABRAS


Es innegable que la descripción de los estados mentales y de los sentimientos conlleva retos que solo se pueden superar de ciertas maneras. En “Enemigos” Chejov nos muestra una combinación bastante eficaz entre la narración de hechos y la descripción de personajes, para así poder partir de ellos para crear lo que en realidad quiere el texto, la exposición de sentimientos.
Todo el texto trabaja en pro de esta misión, y es en si el tema central del cuento, los sentimientos que inundan a cada uno de los personajes y como estos influyen en su comportamiento en la interacción que tienen con el ambiente y la realidad que los reúne.
Para esto no es necesario en ningún momento señalar que el doctor se sentía nervioso textualmente, sus acciones y su comportamiento lo demuestran de manera magistral, convirtiendo al lector en un traductor de sentimientos, permitiéndole volverse en una parte vital para el éxito del texto, creándole así un sentimiento de unión tanto con la obra como con los personajes.
Esto permite que quien lee sienta en carne propia del dolor de los personajes, o su angustia al esperar un hombre que se va tras una puerta, incluso la rabia frente al engaño, o el desconcierto frente a las ofensas infundadas. Todo esto, creando un ambiente que estimula las sensaciones y que permiten que el personaje se desarrolle a si mismo y que se mueva cómodamente a medida que la historia avanza.

En la historia vemos dos historias que podrían interpretarse de una u otra manera, la primera es la pérdida trágica de un ser querido, ya sea por la muerte o por el engaño. Y la segunda, el engaño y lo que esto genera en los personajes. Cada una, afecta a todos los personajes y se entrelaza constantemente para poder así formar una unidad que fortalece el texto.

EL PAISAJE Y LA DESCRIPCIÓN SINCERA DE LA MENTE EN LA OBRA DE CHEJOV


“No escribir sobre el sufrimiento que o has sufrido, no describir los paisajes que no has vivido” parafraseando a Chejov, podemos entender un concepto básico para entender su poética y los aspectos que la definen. Y aunque el haber vivido lo que se cuenta puede sonar como algo totalmente subjetivo, dado que permitiría que los sentimientos y las ideas producto que dichas vivencias impregnen el texto, también puede verse de una forma totalmente contraria.
La conciencia ni el conocimiento de la vida, son fuentes fortuitas de las ideas del creador. El trabajo de observación es una herramienta vital para poder separar los aspectos objetivos de los cuales se debe llenar la obra, en pro de que todo aquello que sea mostrado al lector, no se vea afectado por opiniones personales. Sobre esto, Chejov señala como el narrador (o el escritor) no debe explicar la existencia de Dios, o lo que piensa sobre el pesimismo o los horrores de la vida, debe tan solo dedicarse a mostrar “una charla entre dos rusos hablando del pesimismo. El autor debe dedicarse a seleccionar las palabras que le sean pertinentes, mas no a vincularse directamente a las acciones, o los pensamientos de los personajes, puesto que pasaría de ser un ser omnisciente a uno omnipotente. De esta forma, el escritor se convierte tan solo en un filtro, en un camino, y que a pesar de ser el creador de dicho universo, este se vuelve en el mismo instante de la creación, autónomo, dueño de si mismo.
Todo esto nos lleva a la necesidad de tratar los detalles de la obra, con el respecto y la dedicación que merecen. Las descripciones en Chejov son aspectos a los cuales se les recalca bastante importancia, ya que son una muestra interesante de cómo se trabaja la objetividad en aspectos que pueden considerarse totalmente subjetivos.
Podríamos clasificar las descripciones en la obra de Chejov en dos tipos, aquellas que atañen los aspectos físicos del universo (Paisajes, retratos, entornos) y las que nos muestran la parte inmaterial de los personajes (Sentimentales, psicológicos, de fe)  Teniendo en cuenta esto, es inevitable retomar la idea de solo escribir lo vivido ¿Cómo mostrarle al lector, el dolor que siente un personaje frente a la muerte de un ser querido, si nunca se ha vivido de cerca la perdida de alguien? ¿Cómo describir Roma, si nunca has la has visto? No importa el tipo de descripción a la que se enfrente el autor, es innegable que de su correcto desarrollo parte fundamentalmente, tal vez no el éxito,  pero si la generación de una obra de arte, de un universo autónomo.
Pero incluso ambos tipos de descripciones deben manejarse de formas diferentes. Al describir un paisaje, es necesario escapar de los lugares comunes o de las metáforas que poco o nada aportan a la generación de una imagen convincente. El lector, al leer una descripción del mar golpeando las olas, debe transportarse inmediatamente a las costas, sentir el viento en su rostro y las gotas de agua mojando sus botas. Por lo tanto, dichas descripciones deben ser sencillas per exactas, muestras puras de la naturaleza tal cual es.
El aspecto mental de los personajes puede llevar incluso a niveles de dificultad superiores, y es vital poder mostrar lo que un personaje siente o piensa a través de las acciones que este realiza, de cómo se comporta y que hace, para que así el lector sea quien descubra que le sucede. El por que de esto es muy sencillo (mas de explicar que de realizar). Las descripciones textuales y los monólogos interiores, aunque útiles en muchos casos son mas permeables a los comentarios subjetivos (de los cuales Chejov nos recalca escapar) por lo tanto es más fácil contaminar con opiniones personales la descripción de sentimientos, que la narración de hechos.

Pero todo esto es inútil y descaradamente mentiroso en la medida en que no hemos vivido lo que narramos, la experiencia es lo que nos permite distinguir tanto las reacciones naturales de un personaje frente a un sentimiento, como lo que de verdad aporta a la integridad general de la historia que intentamos narrar.

jueves, 19 de septiembre de 2013

LA MENTE DEL AUTOR EN LA LITERATURA INFANTIL


¿Cómo puede considerarse apto un adulto a escribirle a un pequeño, si no es capaz de entenderle? ¿Son sus recuerdos, argumentos válidos y reales para sustentar una obra infantil? Estas son preguntas que pueden surgir a través del estudio de la obra literaria (claramente dirigida a público infantil) para tratar de indagar dentro de estas dudas, debes primero conocer que la literatura infantil puede ser tanto la que el lector primerizo apropia para sí mismo sin importar para que publico fue escrita, o aquella que desde el inicio de su concepción como obra literaria tuvo como destino a los infantes, también que dentro del concepto de Marisa BORTOLUSSI, (1985, p. 16) que reconoce como literatura infantil "la obra estética destinada a un público infantil".
“La literatura infantil sería la acomodación poco valiosa de las creaciones adultas a la mentalidad y experiencia insuficientes del niño” LOPEZ TAMES (1999, p. 16) Son muchas las posturas en contra de la considerar la literatura infantil, parte del conglomerado artístico en el que podríamos desempeñarnos, muchas veces marcados por los estereotipos que nos han dejado la proliferación de la literatura instrumentalizada, que ha sido llevada a limites absurdos, donde en pro de un avance económico y apoyados hipócritamente en la consigna de “incentivar la lectura a temprana edad”, se llama literatura a textos con tintes pedagógicos en cuales los procesos de creación son nulos en cualquier sentido artístico (literario, visual).
Pero retomando las preguntas, se puede dudar de muchas formas en la veracidad de los textos que adultos escriben especialmente para chicos y si estos en realidad cumplen la función de la literatura infantil, que más que incentivar a la lectura, o contener métodos de carácter didáctico, deberían como la literatura en general, ser creada para el goce espiritual y mental del lector, dejándole en segundo plano las interpretaciones a quien recibe el texto, y no subestimando a un niño, por ser eso, un niño. Pero entonces podríamos dudar en que ninguna persona podría escribirle a otra, porque sus experiencias jamás serán las mismas y sabemos que esto no es así, porque de esta manera no tendríamos ninguna ejemplo de literatura.
El hecho de que un adulto escriba literatura infantil, puede compararse de una manera romántica con la discusión sobre si un niño sabe lo que es amar, y aunque esto es otro tema, todos al fin y al cabo hemos sido niños, y el ser adultos nos hace muchas veces más conscientes de lo que el mundo generaba en nosotros y tal vez esa conciencia de la inocencia y la infancia perdida, inspire aún más a tratar de recuperarla a través de la lectura que realizan los pequeños de la obra del susodicho autor.
Estos detalles podrían validar aquellos que intentan explicar que no se debería diferenciar una literatura dirigida hacia una u otra edad, cuando al fin y al cabo encontramos adultos que dedican su experiencia literaria a los cuentos infantiles y niños que inician su contacto con las letras con “Madame Bovary”

BIBLIOGRAFIA
·      “EN TORNO A LA LITERATURA INFANTIL” JUAN CEVERA, UNIVERSIDAD DE VALENCIA. CAUCE, Revista de Filología y su Didáctica, n2 12, 1989 /pgs. 157 -168. http://cvc.cervantes.es/literatura/cauce/pdf/cauce12/cauce_12_007.pdf
·  INTRODUCCIÓN A LA LITERATURA INFANTIL, Román López Tamés,1999.


lunes, 16 de septiembre de 2013

LA INTERIORIDAD DEL ESCRITOR, LA CONSTRUCCIÓN DE UNA IMAGEN.


La necesidad de escribir se instala cruelmente en nuestro espíritu, destapando realidades que desconocemos o que nos negamos a aceptar. Somos, como mentes creadoras, esclavos muchas veces de esos impulsos. Eso podría llevar a preguntarnos ¿Escribimos para ser en la sinceridad o para ocultarnos en la mentira? Desde esta pregunta podemos explorar todos los campos de la creación literaria, desde el infante que intenta sorprender al mundo con la sagacidad de sus palabras, como al nobel en su discurso o la mujer que escribe una carta que nunca se entregara.
Pero esta es una reflexión que solo se puede llevar a cabo en la mente del escrito. El lector, mas allá de su amplio conocimiento de la vida o la obra del autor, jamás dejara de suponer sobre aquello que motivo a escribir al susodicho autor. Esto pues, se sostiene en que la lectura que hacemos y la vida que podemos llegar a conocer, son tan solo la punta del iceberg en lo que concierne a los motivos necesarios para generar los procesos que llevan a los ejercicios creativos. Las posibilidades entonces se vuelven infinitas en la mente del lector o incluso en la del escritor, que en una gran variedad de casos, no es consciente de sus propias motivaciones.  En palabras de Kundera: “Una cara iluminada por la desnudez del cuerpo” lo que se lee se ve engrandecido por aquello que la mente de los involucrados en los procesos creativos pueden imaginar.
Y aunque la experiencia creativa no puede separarse, en su explicación exacta, de la mente de quien la desarrolla, existen posibilidades que generan interpretaciones que pueden ser usadas para llegar hasta cierto punto, dentro de los análisis. El problema planteado puede abordarse desde una gran cantidad de variantes y estas a su vez desencadenaran nuevas incógnitas, e incluso llevaran la discusión a temáticas más allá del propio análisis de la creación.  Si nuestra intención es interpretar las palabras del autor, para así saber más allá de lo que está escrito y lograr ingresar de cierta forma en la mente del autor debemos considerar que tanto esto puede influenciar en el desarrollo de la lectura y su posterior análisis, aunque esta sea una discusión que debe ser tratada en otro momento.
El considerar el estilo narrativo, como poético o como estrictamente narrativo puede ser algo cuadriculado y totalmente subjetivo, pero en este punto y aunque sea irónico que un argumento tan rígido nos pueda permitir entrar en el ente subjetivo más grande del cosmos, la mente, podemos considerar que el hallar imágenes con grandes cantidades de carga poética en la narrativa de ciertos autores y la construcción de dichas imágenes nos pueden llevar a la interpretación, que nunca dejara de ser subjetiva, que estamos buscando.
Y como se anunció desde el inicio de esta discusión, el intentar descubrir al escritor a través de “leer” lo que sus imágenes poéticas nos dejan nos llevan a tener que hacer comentarios desde dos puntos claramente definidos: lo que creemos que el autor quería generar en el lector, o los sentimientos o motivos que llevaron a desarrollarlos.
Desde lo que se genera en el lector, la tensión que esto pueden llegar a generar en el momento en que se atiende a su presencia nos puede mostrar rendijas de lo que el autor quiere trasmitir, ya que es innegable la fuerte presencia de sentimientos y elementos de marcadas características poéticas en dichas imágenes.

martes, 27 de agosto de 2013

VER, DECIR.


El la tomaba despacio por la espalda, apretaba su cuerpo y descubría poco a poco los misterios de quien cree encontrar la verdad. Pero idiota aquel que cree encontrar la verdad, la realidad y la sabiduría en su ser. Solo los nauseabundos y los solitarios caen en sus manos tentadoras, luchando por ver en ella lo que viendo en el horizonte, no son capaces de observar. La toman en su temblorosas
manos, describen en su contorno el aroma del vivir, siempre seducidos por aquella copa de vino.

MOSTRAR


No era tarde y ya sobre las viejas ventanas el viento golpeaba de una forma mediocre, como quien no quiere dedicarse a sus labores y por obligación las cumple. roídas revistas intercalaban su existencia con sobras de comida que nunca cumplieron la función de digerirse y bajo su cuerpo los restos del vodka que aquella botella no pudo contener, se deslucían en un tango rojizo y liquido, que viajaban por las gritas del piso, cómplices de la sangre que escapa por voluntad propia.

jueves, 22 de agosto de 2013

YO: Sauron



"Solo se necesita un mal dia para volver al mejor de los hombres en un lunatico. Esa es la distancia entre el mundo y yo, apenas un mal dia." The Joker
Apelare al lugar común de mis amigos pseudo filósofos. Siempre seré un –observador-  alejado de los caminos transitables y de las aceras marcadas por las multitudes. Siempre me alejare y a la distancia permitiré a mi demencia encontrarse con el lejano fulgurar de las personas al caminar.
Siempre me ha gustado ver a la gente de lejos, tal vez porque no se cómo hablarles o por un impulso de pereza autodestructiva. Sin importar la razón, he dedicado días, viajes y realidades a escuchar y escudriñar en las palabras de quienes por mi lado pasan o quienes sentados cerca a mí, discuten sobre las auroras de un espacio microscópico.
Hace mucho no escribía una reflexión personal sobre mí. Estoy hablando de mi conmigo mismo a 15 minutos de entregar algo que no pasa de ser un simple discurso vago sobre porque me alejo del contacto humano. Pero no intento excusarme poéticamente para intentar esconder sentimientos de pena o dolor, no existen razones mitológicas, filosóficas o hermenéuticas para la decisión que tome o no tome.
Me gusta mirar a la gente, soy un voyerista de la vida y el dolor ajeno. El ser humano es la comedia más importante de la humanidad, una sátira nauseabunda de nosotros mismos, enredados en complejidades inútiles que nos han llevado a perdernos en el simple hecho, de que debemos buscar motivos al simple deseo de querer observar.
No intento ser “El ojo que todo lo ve”.

martes, 20 de agosto de 2013

UNA BUENA, NUEVA.


Hace mucho no escribía para revelar lo que pienso. Era costumbre en mí, dedicarle al mundo unas letras negruzcas y faltas de atención, para poder que unos pocos desocupados de horas largas y manos sucias se deleitaran con los latidos de mi mente adolorida. Pero desde eso ya han pasado muchos días, y ya no soy el mismo que escribía sin parar en cuadernos de hojas amarillas. Hoy ya no escribo como ayer, el lápiz en mi mano ya no es tentador y ha sido reemplazado por estas teclas plásticas sin emoción, pero así todo es mejor.
Ya no soy igual, ya no soy yo. Las palabras han cambiado y quiero que ustedes descubran en mi futuro el cambio al cual me refiero, un cambio basado en que la depresión que las calles grises que pisaba generaban, ha cesado y ha dado paso a un nuevo ser, igual de gris, igual de alcohólico pero mas puro y menos adolorido.
Mi realidad sigue siendo descrita por un par de cuentos y una novela de 3 pesos en las calles de Buenos Aires y de 2000 en una de las aceras de la séptima en Bogotá. La escritura ha dejado de ser una forma de escapar de la realidad, para convertirla en una forma álgida de arte, para demostrar en letras mi pensamiento y no mi dolor.
Y esto conlleva a un nuevo nivel artístico, en el que el dolor no puede ser el sustento de mi obra literaria. Debe existir una nueva forma, aunque eso hace que escribir sea cada vez más difícil para mi, el evitar el escribir en calor y mucho menos bajo el alcohol con el fin de poder que mi mente sea la que cree y no la copa de vino o la herida en mi alma.
Me exijo mas en todo sentido, incluso en volver a escribir sobre mi relata una nueva forma de ver la vida, bajo una perspectiva que mira al futuro y que trata de escapar del lugar común que la “soledad” producía, ya no existo bajo la norma de odiar una realidad que desconozco y de morir para escapar de cualquier intento de lucha.

MIRAR, CALLAR, DORMIR.


Aquí estoy, perdiendo el tiempo de mi vida. Una mañana no me entrega lo que la noche inspira, callada en el silencio mi sombra espera. Las historias que quiero contar son hijos mutantes, bastardos de un dios analfabeta. Toma la mano de mi realidad y despídete querida, regúlate y controla el dolor que nuestro ser exuda.
Tomo mi mano adolorida, intento encontrar en ella la respuesta que mi memoria no ha podido a pesar del esfuerzo encontrar. El vacio inerte, negruzco y palidecido de mi mente ha llegado a límites que una persona no debería conocer. Se que no somos mas que viajeros de una vida a otra, el tiempo de nuestro ser solo es determinado por un dado que se lanza en algún casino nauseabundo, somos una forma mas de existir, una forma pasajera.
No pasara mucho tiempo hasta que resigne mi ser al desasosiego y descubra que las calles que piso se destruyen en mi mente. Vuelvo a concentrarme, intento rememorar cada detalle de las horas anteriores. Siempre he sido alguien muy detallista, eso me ha permitido llegar a ser el quisquilloso y minucioso hombre que soy,  aunque hoy no recuerde nada de eso.

miércoles, 10 de julio de 2013

RECORDAR, HOY INTENTARE RECORDAR.


-¿Recuerdas cuando podías escribir sin esforzarte, cuándo de tu mente palabras salían como si en el mar, la sangre de la cordura se derramara? Eran buenas épocas, eran tiempos en que no sentíamos el rigor de ser reales. Ayer, cuando nos vimos por última vez me dijiste que no pensara, que no meditara tanto tus palabras. El problema, mi único problema, es que ya no recuerdo tu discurso.
Los discursos vagos frente a aquel hombre se perdían en un vasto campo árido. A las 7:23 a.m. de una mañana que no recuerdo, un día aleatorio en una mente nada organizada.
Me levante como siempre, inundado por miles de ideales que con la primer taza de café del día se irían directo a la basura. Como pude me vestí con un traje de cordura que se amoldaba de una forma rara a mi pelvis psicoanalítica. El sol, dibujado con trazos infantiles en mi ventana cubierta, se dejaba ver como un tirano por una rendija que naba directo a mi tobillo, odio la luz del sol dando cada mañana en mi dulce y suave tobillo.
Pero soy yo, y yo tengo una vida aunque el mundo se empeñe en negarla y yo, en destruirla. Segunda taza de café, irlandés ahora. Mientras escucho por la radio las noticias del caótico trafico bogotano, decido que al igual que las 3 mañanas anteriores, no necesito ducharme, al fin y al cabo nadie vendrá a verme. Estoy vestido de traje y corbata, aunque no vaya a salir a la calle, es una terapia para creerme el rey de esta ciudad, un empresario del vagar, de la copa de vino, del estar sentado todo el día en un cómodo sofá.
- ¿recuerdas cuando al mirar el espacio negro entre tu cordura y la bendición de dios, veías senos y dragones ingiriendo aristócratas subliminales? Eran tiempos reales, ajenos y gloriosos ¿pero eran? ¿Son? ¿Somos? Cantamos de a dos, versos anacrónicos de serpientes taciturnas, los dos, dependientes del vomito sideral que una mente insensata escribe.

Cuando la perfección de mi incomodidad se asienta sobre lo tallado de mi psicosis, el caminar es una forma de no sentir más presión sobre mis pestañas blancas. Lejos de mi ser, caminar sin dejar de estar sentado, hasta que duelan los pies, hasta que sangren mis ideas. Las manos en los bolsillos, la capota, los audífonos. Siempre intentare alejarme de todos, de mí, de ustedes. Añoro los espacios cerrados, pequeños, donde casi ahogo mi ser y me dedico a ser parte del espacio negro que las paredes me presentan. Odio la luz, odio la esperanza de estar vivo sin razón para ser.
He pasado horas en baños públicos, en sillas de buses que van a ninguna parte. Sobresalen en mis memorias, vacíos inolvidables. Las excusas predecibles o las mentiras maravillosas, de mi boca palabras no se inmutan. Aquí, las personas del camino, lentamente su mirada fijan en mí caminar descuidado.
Soy yo y mi forma despectiva de caminar hacia recoleta mientras maldigo la existencia de los huecos sobreestimados. Perros callejeros se agrupan a mí alrededor para recoger pequeñas migajas de autoestima, que se caen al ver las parejas pasar.
-¿Por qué el vino te recuerda a la sangre?
-¿Por qué la respuesta hará que dudes de mi cordura?
-¿Qué? ¿Por qué dudas acerca de mi confianza en tu cordura?
-porque estoy loco, y lo sabes.

No somos muchos con manos inútiles, con mentes batalladoras. Recuerdo la mañana en que todo era más sencillo, la respiración más pausada y la gastritis menos frecuente. No es normal que el vino me sepa a odio, pero el recuperar mis memorias vale lo que vale el dolor en las pupilas.

domingo, 2 de junio de 2013

DELIRIOS 3


Ya, la moneda no se cae cuando vuela. Con las manos abiertas respiro, el dolor no me acompaña. Mirame a los ojos, delirios. Camina con la mente bien abierta. Delinea en las aceras la sangre de mi alma. Yo no soy quien, nadie quiere mi soledad en su puerta. Un canto errático seduce a mis gónadas mutantes.
Inmutable estas sentada allí. En los cantos de niños que sufren se escuchan las palabras del amor. No recorras mis pesares, no cantes en mis pies. Puedo ser todo sin ser nadie. En tu pecho, los gemidos que mi rencor genera escucho. Desnudate pequeña saltamontes, dejame morder la esperanza de tu piel rosada. Ya este mudo está perdido, el caos de mi mente destruye la panacea de mi supuesta cordura.
¿Y si sigo vivo? ¿Cantaras en mi tumba? Baila mono dorado, rueda tigre medio pintado. ¡Jumm! dijo entre dientes mi locura. Le relate los cuentos negros, los misterios de mis erecciones indiscretas. Sublime son tus ojos en mis manos, la sangre no corre hacia arriba, si tus pies no se afirman en mi memoria.
La cerveza en mano, la rigidez de mis músculos dorados. El mismo ritmo, la misma sideral canción. Los roedores que guardo en mi bolsillo, mastican mi camino para que sea más fácil el rodar. Pero no te detienes. Las desgastadas y detalladas paredes, las cadavéricas puertas. Un paso, una mirada. Los disparos de mi lengua ¡BANG!
Si te busto, yo sé que yo te encuentro. Mi psiquiatra se ríe de mí ser. El raro de la cuadra baila una polka que no está en el casette. Retumbando estoy, aun recorro tu piel, escalando por la visera de mis costillas. Un Camaro del 69 se detiene en mi falange, una mirada despreocupada con su cerveza en mano, reclama sus cupones en mi corteza cerebral. La lógica se perdió, como perdí mi virginidad, en la mitad de un potrero debe estar.

Y como artigas cuando se emborracho. Negro y rojo es mi despedir. ¿Tu? Quizás. Soy todo sin ser nadie, puedo ser una magnífica obra de arte, un vil pedazo de mierda. 

BGTADC





La noche de esta ciudad es sublime. La oscuridad grisácea, mezclada con la irregularidad de las fachadas, crea un mundo aparte en cada sombra. Esta ciudad se debe caminar. En cada acera un mundo nuevo se asoma, en cada tropiezo un nuevo big bang se crea. Una ciudad de aromas, dolores, callejones sin sentido. Una ciudad de delirios.

EL MATRIMONIO IGUALITARIO, EQUIVALENCIA EN CADA ASPECTO DEL SER HUMANO.



En una sociedad considerada “moderna” y en vías de desarrollo, el siglo XXI enfrenta a la población humana a retos de convivencia cada vez más difíciles.  A través de los años, temas como la xenofobia, el racismo y la discriminación se han convertido en pan de cada día. Es normal que los gobiernos y demás instituciones, insten a la gente a aceptar a todos por igual, sin importar sus gustos, religiones, procedencias o costumbres.
Durante el siglo XX, hemos visto las más crueles manifestaciones contra las minorías (negritudes, aborígenes, judíos, gitanos, homosexuales) ya sean por razones políticas o culturales. Por dichos eventos, una parte de la gente ha tomado razón y ha comprendido que dichas actitudes excluyentes son deplorables y generalmente por ley, duramente castigadas.
Todos aquellos eventos trágicos, nos han llevado a que busquemos la igualdad. Una igualdad basada en la tesis de que “todos los seres humanos somos iguales” esta idea la encontramos expresa en tres de las declaraciones internacionales más importantes de la contemporaneidad:
“Afirmamos que estas verdades son patentes, que todos los hombres son creados iguales y que su Creador los ha dotado de ciertos derechos inalienables, y entre ellos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.”[1]
 “Todos los hombres nacen libres e iguales en derechos.”[2]
 “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos.”[3]
Así pues, basándonos en la premisa de que todos aquellos seres humanos que nacen sobre la faz del planeta tierra cuentan con los mismos derechos desde el momento mismo de su nacimiento, y que esto va más allá de su religión, color de piel, sexo, lugar de nacimiento, cantidad de dedos o de pesos en su bolsillo ¿Por qué aquellos que cuentan con una orientación sexual diferente, quedan exentos de dichos derechos?
En un comunicado fechado el 13 de Abril del 2013, la Escuela de estudios de género de la Universidad nacional de Colombia en el cual se apoya y se da el sí al matrimonio igualitario, proyecto que ha sido aprobado en los siguientes países: Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Argentina, Dinamarca, Uruguay, Nueva Zelanda, Países Bajos, Francia y Brasil, señalas después de una rigurosa investigación el siguiente punto:
La actuación del Estado tendiente al aseguramiento de la igualdad, empieza por acciones concretas de reconocimiento y restauración de derechos de minorías históricamente discriminadas. Una sociedad que no reconoce los derechos de las personas Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgeneristas no es una sociedad democrática.[4]
Por lo tanto, el estado colombiano se encuentra en la obligación de proveer una forma jurídica para que todas aquellas personas que deseen establecer un contrato que los vincule como pareja, tengan la posibilidad de establecerlo. Respecto a esto, la Corte Constitucional, en su sentencia C-577 del 2011, les reconoce el derecho de construir familia y ordenó al Congreso reglamentar la unión marital, con un plazo al 20 de junio del 2012.
Pero en este punto, volvemos al tema de la igualdad ¿Por qué las parejas heterosexuales pueden establecer la relación llamada “matrimonio” y los homosexuales deben conformarse con la “unión marital de hecho”?
¿Es justo eso? ¿Es en bueno, en pro de la igualdad; que un estado que se declara laico siga manejando el matrimonio notarial con las mismos impedimentos que un matrimonio religioso?



[1] Declaración de Independencia de los Estados Unidos, 1776.

[2] Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, 1789.

[3] Declaración Universal de Derechos Humanos, 1948.

[4] Escuela de Estudios de Género de la U. Nacional (2013, Abril) La Escuela de Estudios de Género de la Universidad Nacional de Colombia apoya la iniciativa de Matrimonio Igualitario (Disponible en línea en http://www.matrimonioigualitario.org/2013/04/escuela-de-estudios-de-genero-de-la-u.html)

jueves, 9 de mayo de 2013

DELIRIOS 2


"Porque hay bien y hay mal. Y el mal debe ser castigado. Aun al borde del Armagedón, no dudaré en esto"
Rorschach – Watchmen
Partimos a hablar de estirpe y de murciélagos. Ojos rojos por la marihuana, jergas adoloridas por los dientes. Besos sádicos sabor a vino agrio. Manos mutiladas por las uñas, sexos lacerados por la fricción.
Marchamos a cantar sobre cadáveres andantes, sobre putas desnudas, vírgenes que se masturban. Este es el caos de mi cerebro, esta es una oda que garabateo para ustedes.
Éste es mi nido de ratas, mi psicosis y mi destierro. Mis masturbadas a las 3:00 AM. Gente ruda,  callejeros aburridos de su existencia. Perros atómicos, gatos fotografiados, cubiertas azules para serpientes. Esta es una patraña rápida, simultánea a la de la vida propia. Hay peces que transitan por la mitad de las calles, por las cañerías desfila la sangre que de mis orejas sale.
Voy a recitar la historia del rojo de tu pelo y la profundidad mística de tu escote. El cómo me absorbió tu ojo sangrante, el sabor a ácido de la palma de tus pies. No le explicaré al mundo el color negro de tus rencores o las vastas montañas que pueblan tu memoria. Eso sólo atañe a los raros, a los muertos y a los delirantes.
Ayer, cuando pasamos de la mano por los límites caucásicos de mi nariz. Cuando de los pies, nos dedicamos orgasmos independientes, besos inalámbricos. Ayer no era ayer, cuando no besaba tu mirada. Hoy no sería mañana, si los caballos no profanaran nuestros cadáveres.
Vamos a correr por planetas imaginables. Saltemos de muerto en muerto. Asesinemos sueños, convirtamos el caos del mundo en el emperador del universo. Besémonos los codos, inhalemos odios. Cabalguemos en las mentes mediocres de quienes nos dirigen, cantemos párrafos inútiles e inconexos. Bajo nuestro reinado el respeto será todo aquello, contra lo que será legal renunciar.
-          A veces debemos detenernos ¿No lo crees?
Jamás arrepentirse de las cervezas aéreas, de las tangas humanas. Los payasos caminaban lentamente sobre las arenas de la historia. Un presidente idiota gobierna las masas de genios, ¿Pero qué sería del universo sin nosotros?
Sin destruir nervios, neuralgias por falta de amor. Canta conmigo, canta a tu lado, que hoy celebraremos las iglesias que se autodestruyen. ¿Eres tú? ¿Soy yo? Somos todos, cangrejos bastardos, condimentados en los anales de la historia. Ídolos absurdos, muñecas sin jerga.
No somos más que llagas en las botas militares de un buda gigante. Bocas calladas que silencian motores dormidos. Cristales que se rompen al unísono de nuestras almas, delirios, delirios, delirios.
Quedate aquí odio mío, ámame hasta que sangren mis rencores. Quedate aquí, esposa mía, recuerda cuando te amé, en una noche que no existe. Fuma de mi alma, el espesor de mi conciencia. Cuece mi locura en tu horno cervical, endulza con tu saliva las palabras ilegibles. Carcome de sangría la psicosis universal, reza al bastardo que no se dignó crearnos. Quiero gritarte en la cara, el desprecio de mis intestinos ¡MALDITA!
-   Deja de gritar estupideces, pequeño cachorro.
-    Madre, gritare las estupideces que aprendí en la escuela de tu sangrante vientre.
-   Haz lo que desees con tu locura, cachorro. Al fin y al cabo, ni de aborto imaginativo puedes disfrazarte.
No escuches lo que no entiendes ¿Qué? ¿Cómo? ¿En realidad me escuchas? ¿La línea directa a tus sueños tiene interferencias? No importa. Dentro de tu mente, cual virus de computadora anidare. En un dos por tres, los arrebatos de monomanía iniciaran.
No temas, no tiembles bajo la tumba. El sol subterráneo ya ilumina algún sendero sideral. No camines, corre y cuando corras detente en la mirada de los gigantes taciturnos. No me esperes, no supliques. Elevate ante los fantasmas de la madrugada. Bosteza en sus creencias y dedicale un instante a las múltiples muertes, que tu sed produce.
Aquí necesitaras los reflejos de una mosca, no los de un hombre gordo que pierde pelo con cada latido de su prehistórico corazón. Llora poeta, llora: que tu futuro es negro, ya tu suegra se incorpora.
-          Está bien, lo entiendo.
-          ¿Me entiendes? ¿Cómo puedes entender esta sátira de la vida misma?
-          Lo hago. Te entiendo, lo entiendo en tu rostro. Es tu rostro tan expresivo como la putridez de mi zapato.
Esperare encontrarme un paquete de mujercitas, en aquella tienda de invierno. Sacudiré la realidad de mis pantalones, caminare mirando el destino tallado en las líneas del camino. Pero tú, tu mí querida, tendrás que mirarme bajo la tierra, respirar fuera de mi cuerpo. Un insulso sentir, un camino despiadado. Aquí yacen granates de orina, muérdago maldito. Un puñado de esclavos cautivan un Cristo homosexual, una mama dejo que verde naciera su hijo.
Una infructuosa búsqueda de lógica, un canto matutino a las aves subterráneas. Superhéroes color azul, arañas de monte en vestidos dorados. Somos lo que un destino caprichosos, un niño con su chupete, quiere o dice que seamos. Una higuera nace de mi ombligo, una matraca embelesa a los labriegos. Psidelo en la fuerza del olvido.
Ciclistas atropellados, bajo la luz de la luna. Una romántica muerte, un beso de despedía. Londres te mira, seducida en su mentira. Una camino no te acerca, no recuerdo tu momento. Sedúceme maldita, maldita seductora. Hoy no perpetúa tu nombre, una montaña en llamas no respira.
Mil instantes de delirio no cubren un segundo de cordura. En la voz de mi cuello tus labios meditan tranquilos. Un cambio de estilo, cuando la sangre no deja de correr. Dos mil años de martirio, un siglo de muerte impoluta. Camina junto a mí, a mi mano muere la calidez de nuestras almas. Segundos se cuentan en millares, las maravillas de un artista manco.
DELIRIOS
Aquel cartel pronunciaba, con voz alta me decía: “SUFRE, SUFRE…” después le comprendí: “AQUÍ ESTAS QUERIDO MÍO, ESTA ES LA TIENDA DE LOS DELIRIOS. AQUÍ YACEN CADÁVERES DE ARTES MILENARIAS, BASURAS PELIRROJAS Y MUERTES POR LLEGAR. Ese cartel repetía:
DELIRIOS
Y así, así dejaremos este mundo en medio de nuestras mutiladas conciencias. Compraremos boletos para morir y nos besaremos en una orgia de azúcar, ginebra y gasolina. Seremos infinitos en la memoria de quienes por dolor nos conquistaron. Seremos más de lo que actualmente somos. Nos amaremos de la forma en que sólo los dueños del caos podemos amarnos. Hoy, hoy recorreremos el camino de los amantes, el camino de la vida sangrante, el camino de mi mente.