viernes, 25 de octubre de 2013

“ENEMIGOS” CHEJOV, LOS HECHOS MUESTRAN MÁS QUE LAS PALABRAS


Es innegable que la descripción de los estados mentales y de los sentimientos conlleva retos que solo se pueden superar de ciertas maneras. En “Enemigos” Chejov nos muestra una combinación bastante eficaz entre la narración de hechos y la descripción de personajes, para así poder partir de ellos para crear lo que en realidad quiere el texto, la exposición de sentimientos.
Todo el texto trabaja en pro de esta misión, y es en si el tema central del cuento, los sentimientos que inundan a cada uno de los personajes y como estos influyen en su comportamiento en la interacción que tienen con el ambiente y la realidad que los reúne.
Para esto no es necesario en ningún momento señalar que el doctor se sentía nervioso textualmente, sus acciones y su comportamiento lo demuestran de manera magistral, convirtiendo al lector en un traductor de sentimientos, permitiéndole volverse en una parte vital para el éxito del texto, creándole así un sentimiento de unión tanto con la obra como con los personajes.
Esto permite que quien lee sienta en carne propia del dolor de los personajes, o su angustia al esperar un hombre que se va tras una puerta, incluso la rabia frente al engaño, o el desconcierto frente a las ofensas infundadas. Todo esto, creando un ambiente que estimula las sensaciones y que permiten que el personaje se desarrolle a si mismo y que se mueva cómodamente a medida que la historia avanza.

En la historia vemos dos historias que podrían interpretarse de una u otra manera, la primera es la pérdida trágica de un ser querido, ya sea por la muerte o por el engaño. Y la segunda, el engaño y lo que esto genera en los personajes. Cada una, afecta a todos los personajes y se entrelaza constantemente para poder así formar una unidad que fortalece el texto.

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