La noche de esta ciudad es
sublime. La oscuridad grisácea, mezclada con la irregularidad de las fachadas, crea
un mundo aparte en cada sombra. Esta ciudad se debe caminar. En cada acera un mundo
nuevo se asoma, en cada tropiezo un nuevo big bang se crea. Una ciudad de
aromas, dolores, callejones sin sentido. Una ciudad de delirios.
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