A veces te el olvido el lunes pero te recuerdo a
media noche; cuando los miedos se convierten en realidades y tus brazos a la
distancia me reconfortan; cuando recuerdo que la luz de tus ojos es inspiradora;
cuando logro encontrarla. Maravillado en un instante de magia y
recuerdos; aquí estoy esperando verte mientras la vida pasa; mientras el tiempo
nos dice que debemos actuar y resistir los embates del destino; pies de piedra
y manos de acero para jamás retroceder, para jamás soltar tu mano; una vida
deje para buscarte; diez mil encontré el primer día que soñé besarte.
No sé dónde estás; entre mis manos te pierdes y
entre mis besos te encuentro; ayer una multitud me grito tu amor, y al oído te conté
cada vez que desee tu piel; tu querida mía, la luna no te envidia pero el
universo quisiera que te amara como yo lo hago, lo haré, lo hice; aquí estoy
cuando el vacío te deje, aquí viviré escondido en una sombra delgada y flácida,
que soy yo si no te veo cuando despierto; que mísera existencia la de un hombre
sin ver tu sonrisa.
Nadie soy para hacerte feliz más que un amante
perdido y un loco que por ti delira, no soy más que un poco de tierra para tus
campos y un poco de sol para tu cuerpo; mas viviré con las rodillas sangrando
si es necesario al ayudar a sostenerte; quien puede sufrir y que herida podría importar
si a tu lado puede perder sus horas, tan solo contemplando tu mirada, en el
silencio incomodo de mi imposibilidad para hablarte, y quien soy para hablarte?
Solo para mirarte yo he nacido.
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