Es el tabú de tu sexo, de tu
entrepierna húmeda y de mi mirada expectante...
es el misterio de tu respiración,
la curva estrecha de tus senos, tu amor puesto en estas letras.
Anoche soñé tus latidos en mis
manos, tu suave lengua recorría mis sueños azulados, me entretenías contándome historias
acerca de suaves ejércitos de mujeres desnudas, de hombres dispuestos y de
noches basadas en la pasión y la lujuria.
En el vino de tus labios, en mi
cabeza perforo tu cuerpo, mis deseos se hicieron tus pensamientos y el esperar
tu llegada convirtió mi mente en un espectro más.
El verte allí, sin más; a la deriva
en el éxtasis de tu auto proclamada pasión, la necesidad incesante de ser amada,
de ser vista y ser deseada se convierte en el delirio del mundo, un mundo que
no comprende tus protestas, un mundo que no entiende que hacen tus manos entre
mis pantalones…
Y aquí estas, leyéndome sin
conocerme, deseándome sin pensarme, desnuda, viviendo.
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