sábado, 9 de junio de 2012

TU SANGRE, MUJER.










Es el tabú de tu sexo, de tu entrepierna húmeda y de mi mirada expectante... 
es el misterio de tu respiración, la curva estrecha de tus senos, tu amor puesto en estas letras.

Anoche soñé tus latidos en mis manos, tu suave lengua recorría mis sueños azulados, me entretenías contándome historias acerca de suaves ejércitos de mujeres desnudas, de hombres dispuestos y de noches basadas en la pasión y la lujuria. 
En el vino de tus labios, en mi cabeza perforo tu cuerpo, mis deseos se hicieron tus pensamientos y el esperar tu llegada convirtió mi mente en un espectro más.
El verte allí, sin más; a la deriva en el éxtasis de tu auto proclamada pasión, la necesidad incesante de ser amada, de ser vista y ser deseada se convierte en el delirio del mundo, un mundo que no comprende tus protestas, un mundo que no entiende que hacen tus manos entre mis pantalones…

Y aquí estas, leyéndome sin conocerme, deseándome sin pensarme, desnuda, viviendo.

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