Existe una
ignorancia generalizada acerca de la soledad, y más aun de la soledad del
escritor; aquella que nos permite enajenarnos del mundo, esa que nos deja
perdernos en una inmaculada y atemporal región, es beneficiosas mientras nos
encontramos rodeados de personas, creando un equilibrio entre la soledad mental
y la compañía física; así pues desarrollamos cierta habilidad para observar el
mundo en silencio, adentrarnos en la mente de las personas, en sus
sentimientos, en sus vidas y hacer de nuestro alrededor una mundo aparte en
nuestra mente, solo reconocible en nuestras obra.
Totalmente cierto... es interesante lo que escribe ;)
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