Hoy Julio César se fue temprano de la oficina. La radio ha
estado como lenta por estos lados, por estos días. Tipo es un gran trabajador,
pero cuando no hay algo qué hacer, no hay algo qué hacer.
Por lo que el hombre comentó, antes de salir de Todelar, que
iba a "ensayar". Lo que pasa es que para el señor Escovar la música,
además de ser una pasión y un trabajo, es un hobby. Lo cual a mi me parece
bien.
Y me hizo pensar en una cosa que me dijo mi mamá hace un mes
largo, antes de que muriera mi tío Javier. Que la música, esa pasión
efervescente, pasatiempo de tempranos años, consuelo y refugio, hobby absoluto,
se me volvió un trabajo.
Fuck. No me siento tan orgulloso de ello.
Hoy cuando Julio se fue a ensayar, supe que el tipo tenía
algo con qué descargar mil cosas, tensiones, cansancios, frustraciones,
independientemente de que se vincule cercanamente a cosas que le gusta hacer
pero que también representan su trabajo. Y que yo no tengo eso.
No tengo hobbies. No tengo pasatiempos. Ni siquiera escribir
es un hobby, porque hasta eso me cuesta trabajo, y lo veo casi siempre como una
labor. Ya no colecciono cómics porque ese amor primerizo se quedó entre mis
ejemplares guardados. Ya no colecciono música porque todo está en el streaming.
Intenté ir al gimnasio pero a las dos semanas de estar
juicioso atendiendo un extraño brote me invadió el cuello y los antebrazos,
fruto probablemente del contacto con el sudor de otra gente en las máquinas, y
francamente, el asco me puede más que bajar el colesterol. Gas. No vuelvo a
gimnasios. They're fucking gross.
Me encanta leer historia y lo hago con frecuencia, pero por
lo general, siempre termino atando lo que leo y aprendo a la evolución de la
música, al crecimiento y al nacimiento de tantas cosas musicales que merodean
mi cabeza constantemente. Voy a cine y me duermo viendo Rápido &
Furioso.
Le compré un Wii a Silvana pero me da pereza pasar al
segundo nivel de Mario Bros. No me gustan los deportes al aire libre ni tengo
paciencia o disciplina para tener mascotas. No veo televisión porque no me
entretiene y bloggear se me hace natural porque es, por lo general, de música y
de cultura.
Mi hobby se me volvió un trabajo. Y como los militares
cuando salen del ejército, me siento inservible por fuera de la radio musical,
poco útil para una sociedad a la que el trabajo en música cada vez le importa
menos.
No quiero sonar ingrato ni mucho menos amargado, pero sí me
preocupa no tener un hobby.
No planeo entrar al club de golfistas en ningún momento. Not my kinda thing, man. Sorry.
Y creo que antes de que uno se meta a trabajar en esto,
pensando en el amor que pueda llegar a sentir por la radio y por la música, debe
antes aprender a hacer otra actividad, a dejarla florecer, a hacerla parte de
su vida, perseverar en ella, explotarla, dominarla y quererla como a la vida
misma, con tal de que la decepción natural de los oficios que primero son
amores no le carcoma los sueños y no le mate el alma con que comenzó alguna vez
a trabajar en esto.
(Escritor por Alejandro Marin, director de la X 103.9, a él
si se da cuenta que me robe descaradamente este texto un saludo de admiración y
respeto)
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