viernes, 25 de octubre de 2013

LA POÉTICA DE UNA LOCURA NADA UNIFORME


¿Qué diría Chejov sobre lo que escribo? Diría que estoy mal tal vez, que le dedico demasiado tiempo a meterme en la mente de mis personajes, que poco o nada le dejo al lector para que deduzca, porque poco o nada hacen mis personajes mas allá de lamentarse o dudar acerca de lo que creen.
Y mis temas ni hablar, son tan propios que tan solo un par de irreverentes y aquellos que se dejan engañar por las formas se ven seducidos. Pero Chejov no me leerá, al menos en esta dimensión. El mayor problema es que escribo un pastiche de cosas que él intenta sin haberlo antes descubierto, trato de vivir cada palabra, pero como un amateur aun, hasta hace poco deje de escribir como un ejercicio sanador y me dedique de cuerpo a la obra artística como tal.
 Por tanto esto define lo que sería mi poética al día, una obra que rompe con todo lo que Chejov plantea. Escritura en primera persona, largos monólogos interiores paisajes que se vuelven inconexos por los delirios que los mismos monólogos producen, describo mucho y narro poco.
Pero tal vez, vería en el fondo y en algunos casos, una relación directa con lo que el también escribe. Un temor y una desconfianza a los textos largos, la intención de crear imágenes que generen sensaciones en el lector, la necesidad de tener parejas aunque los conflictos no sean siempre lo mismo.

Si le escribiera Chejov, estoy seguro no estaría contento, me recalcaría que la necesidad de trabajar los textos es vital y que aquellos que produzco de una sola sentada (la gran mayoría) deberían ser tratados hasta que la brevedad sea primordial

LA LOCURA RUSA EN BRASIL


Si la locura es un tema universal, o si los escritores somos seres medio dementes o medio tristes son discusiones que podrían llegar. Pero es innegable que la locura hace parte de nuestro espectro artístico, nos dejamos seducir por esa bailarina psicópata con pinta de demente. Sentimos una atracción aplastante por escribir sobre ella, y en muchos casos se convierte en nuestra musa.  Y aunque la discusión que nos convoca no sea esa, no podemos evitar señalar la casual curiosidad de cómo la mayoría de quienes nos dedicamos a escribir, tarde o temprano terminamos rindiéndole un pequeño tributo.
Y respecto a la locura, y lo que esta conlleva vemos una clara semejanza en “Pabellón N*6” y en “El alienista” tanto en Chejov como en Machado de Asiss vemos una crítica directa al sistema, al abandono en que son dejados los enfermos mentales y las condiciones en que son tratados.
Pero mas allá del aspecto social, lo que en realidad los une es una pregunta fundamental ¿Quién es el demente, quien es tildado de loco o quien quiere controlar la locura? Y a pesar de que los aspectos culturales nos muestran dos realidades distintas, casi separadas por siglos de “desarrollo” no dejan nunca de preguntarse ¿Qué significa estar loco?

Si las comparamos, vemos una historia más concreta en la obra de Chejov, mas especifica tanto en el tratamiento de la enfermedad psicológica, en la relación de los personajes y en la respuesta a la pregunta que podría sustentar el cuento. Y en esto se forma la mayor diferencia con Machado de Assis, quien crea una dinámica mas general y en cierta forma, mas aleatoria socialmente, dejando al aire si la locura esta mas marcada en el alienista, el pueblo, sus dirigentes, etc.

“ENEMIGOS” CHEJOV, LOS HECHOS MUESTRAN MÁS QUE LAS PALABRAS


Es innegable que la descripción de los estados mentales y de los sentimientos conlleva retos que solo se pueden superar de ciertas maneras. En “Enemigos” Chejov nos muestra una combinación bastante eficaz entre la narración de hechos y la descripción de personajes, para así poder partir de ellos para crear lo que en realidad quiere el texto, la exposición de sentimientos.
Todo el texto trabaja en pro de esta misión, y es en si el tema central del cuento, los sentimientos que inundan a cada uno de los personajes y como estos influyen en su comportamiento en la interacción que tienen con el ambiente y la realidad que los reúne.
Para esto no es necesario en ningún momento señalar que el doctor se sentía nervioso textualmente, sus acciones y su comportamiento lo demuestran de manera magistral, convirtiendo al lector en un traductor de sentimientos, permitiéndole volverse en una parte vital para el éxito del texto, creándole así un sentimiento de unión tanto con la obra como con los personajes.
Esto permite que quien lee sienta en carne propia del dolor de los personajes, o su angustia al esperar un hombre que se va tras una puerta, incluso la rabia frente al engaño, o el desconcierto frente a las ofensas infundadas. Todo esto, creando un ambiente que estimula las sensaciones y que permiten que el personaje se desarrolle a si mismo y que se mueva cómodamente a medida que la historia avanza.

En la historia vemos dos historias que podrían interpretarse de una u otra manera, la primera es la pérdida trágica de un ser querido, ya sea por la muerte o por el engaño. Y la segunda, el engaño y lo que esto genera en los personajes. Cada una, afecta a todos los personajes y se entrelaza constantemente para poder así formar una unidad que fortalece el texto.

EL PAISAJE Y LA DESCRIPCIÓN SINCERA DE LA MENTE EN LA OBRA DE CHEJOV


“No escribir sobre el sufrimiento que o has sufrido, no describir los paisajes que no has vivido” parafraseando a Chejov, podemos entender un concepto básico para entender su poética y los aspectos que la definen. Y aunque el haber vivido lo que se cuenta puede sonar como algo totalmente subjetivo, dado que permitiría que los sentimientos y las ideas producto que dichas vivencias impregnen el texto, también puede verse de una forma totalmente contraria.
La conciencia ni el conocimiento de la vida, son fuentes fortuitas de las ideas del creador. El trabajo de observación es una herramienta vital para poder separar los aspectos objetivos de los cuales se debe llenar la obra, en pro de que todo aquello que sea mostrado al lector, no se vea afectado por opiniones personales. Sobre esto, Chejov señala como el narrador (o el escritor) no debe explicar la existencia de Dios, o lo que piensa sobre el pesimismo o los horrores de la vida, debe tan solo dedicarse a mostrar “una charla entre dos rusos hablando del pesimismo. El autor debe dedicarse a seleccionar las palabras que le sean pertinentes, mas no a vincularse directamente a las acciones, o los pensamientos de los personajes, puesto que pasaría de ser un ser omnisciente a uno omnipotente. De esta forma, el escritor se convierte tan solo en un filtro, en un camino, y que a pesar de ser el creador de dicho universo, este se vuelve en el mismo instante de la creación, autónomo, dueño de si mismo.
Todo esto nos lleva a la necesidad de tratar los detalles de la obra, con el respecto y la dedicación que merecen. Las descripciones en Chejov son aspectos a los cuales se les recalca bastante importancia, ya que son una muestra interesante de cómo se trabaja la objetividad en aspectos que pueden considerarse totalmente subjetivos.
Podríamos clasificar las descripciones en la obra de Chejov en dos tipos, aquellas que atañen los aspectos físicos del universo (Paisajes, retratos, entornos) y las que nos muestran la parte inmaterial de los personajes (Sentimentales, psicológicos, de fe)  Teniendo en cuenta esto, es inevitable retomar la idea de solo escribir lo vivido ¿Cómo mostrarle al lector, el dolor que siente un personaje frente a la muerte de un ser querido, si nunca se ha vivido de cerca la perdida de alguien? ¿Cómo describir Roma, si nunca has la has visto? No importa el tipo de descripción a la que se enfrente el autor, es innegable que de su correcto desarrollo parte fundamentalmente, tal vez no el éxito,  pero si la generación de una obra de arte, de un universo autónomo.
Pero incluso ambos tipos de descripciones deben manejarse de formas diferentes. Al describir un paisaje, es necesario escapar de los lugares comunes o de las metáforas que poco o nada aportan a la generación de una imagen convincente. El lector, al leer una descripción del mar golpeando las olas, debe transportarse inmediatamente a las costas, sentir el viento en su rostro y las gotas de agua mojando sus botas. Por lo tanto, dichas descripciones deben ser sencillas per exactas, muestras puras de la naturaleza tal cual es.
El aspecto mental de los personajes puede llevar incluso a niveles de dificultad superiores, y es vital poder mostrar lo que un personaje siente o piensa a través de las acciones que este realiza, de cómo se comporta y que hace, para que así el lector sea quien descubra que le sucede. El por que de esto es muy sencillo (mas de explicar que de realizar). Las descripciones textuales y los monólogos interiores, aunque útiles en muchos casos son mas permeables a los comentarios subjetivos (de los cuales Chejov nos recalca escapar) por lo tanto es más fácil contaminar con opiniones personales la descripción de sentimientos, que la narración de hechos.

Pero todo esto es inútil y descaradamente mentiroso en la medida en que no hemos vivido lo que narramos, la experiencia es lo que nos permite distinguir tanto las reacciones naturales de un personaje frente a un sentimiento, como lo que de verdad aporta a la integridad general de la historia que intentamos narrar.