martes, 27 de agosto de 2013

VER, DECIR.


El la tomaba despacio por la espalda, apretaba su cuerpo y descubría poco a poco los misterios de quien cree encontrar la verdad. Pero idiota aquel que cree encontrar la verdad, la realidad y la sabiduría en su ser. Solo los nauseabundos y los solitarios caen en sus manos tentadoras, luchando por ver en ella lo que viendo en el horizonte, no son capaces de observar. La toman en su temblorosas
manos, describen en su contorno el aroma del vivir, siempre seducidos por aquella copa de vino.

MOSTRAR


No era tarde y ya sobre las viejas ventanas el viento golpeaba de una forma mediocre, como quien no quiere dedicarse a sus labores y por obligación las cumple. roídas revistas intercalaban su existencia con sobras de comida que nunca cumplieron la función de digerirse y bajo su cuerpo los restos del vodka que aquella botella no pudo contener, se deslucían en un tango rojizo y liquido, que viajaban por las gritas del piso, cómplices de la sangre que escapa por voluntad propia.

jueves, 22 de agosto de 2013

YO: Sauron



"Solo se necesita un mal dia para volver al mejor de los hombres en un lunatico. Esa es la distancia entre el mundo y yo, apenas un mal dia." The Joker
Apelare al lugar común de mis amigos pseudo filósofos. Siempre seré un –observador-  alejado de los caminos transitables y de las aceras marcadas por las multitudes. Siempre me alejare y a la distancia permitiré a mi demencia encontrarse con el lejano fulgurar de las personas al caminar.
Siempre me ha gustado ver a la gente de lejos, tal vez porque no se cómo hablarles o por un impulso de pereza autodestructiva. Sin importar la razón, he dedicado días, viajes y realidades a escuchar y escudriñar en las palabras de quienes por mi lado pasan o quienes sentados cerca a mí, discuten sobre las auroras de un espacio microscópico.
Hace mucho no escribía una reflexión personal sobre mí. Estoy hablando de mi conmigo mismo a 15 minutos de entregar algo que no pasa de ser un simple discurso vago sobre porque me alejo del contacto humano. Pero no intento excusarme poéticamente para intentar esconder sentimientos de pena o dolor, no existen razones mitológicas, filosóficas o hermenéuticas para la decisión que tome o no tome.
Me gusta mirar a la gente, soy un voyerista de la vida y el dolor ajeno. El ser humano es la comedia más importante de la humanidad, una sátira nauseabunda de nosotros mismos, enredados en complejidades inútiles que nos han llevado a perdernos en el simple hecho, de que debemos buscar motivos al simple deseo de querer observar.
No intento ser “El ojo que todo lo ve”.

martes, 20 de agosto de 2013

UNA BUENA, NUEVA.


Hace mucho no escribía para revelar lo que pienso. Era costumbre en mí, dedicarle al mundo unas letras negruzcas y faltas de atención, para poder que unos pocos desocupados de horas largas y manos sucias se deleitaran con los latidos de mi mente adolorida. Pero desde eso ya han pasado muchos días, y ya no soy el mismo que escribía sin parar en cuadernos de hojas amarillas. Hoy ya no escribo como ayer, el lápiz en mi mano ya no es tentador y ha sido reemplazado por estas teclas plásticas sin emoción, pero así todo es mejor.
Ya no soy igual, ya no soy yo. Las palabras han cambiado y quiero que ustedes descubran en mi futuro el cambio al cual me refiero, un cambio basado en que la depresión que las calles grises que pisaba generaban, ha cesado y ha dado paso a un nuevo ser, igual de gris, igual de alcohólico pero mas puro y menos adolorido.
Mi realidad sigue siendo descrita por un par de cuentos y una novela de 3 pesos en las calles de Buenos Aires y de 2000 en una de las aceras de la séptima en Bogotá. La escritura ha dejado de ser una forma de escapar de la realidad, para convertirla en una forma álgida de arte, para demostrar en letras mi pensamiento y no mi dolor.
Y esto conlleva a un nuevo nivel artístico, en el que el dolor no puede ser el sustento de mi obra literaria. Debe existir una nueva forma, aunque eso hace que escribir sea cada vez más difícil para mi, el evitar el escribir en calor y mucho menos bajo el alcohol con el fin de poder que mi mente sea la que cree y no la copa de vino o la herida en mi alma.
Me exijo mas en todo sentido, incluso en volver a escribir sobre mi relata una nueva forma de ver la vida, bajo una perspectiva que mira al futuro y que trata de escapar del lugar común que la “soledad” producía, ya no existo bajo la norma de odiar una realidad que desconozco y de morir para escapar de cualquier intento de lucha.